martes, 21 de abril de 2009

Fujimori, una novela intrascendente

De las cortinas de humo a la insignificancia de su juicio

Un ¡Soy inocente! remarca el grito desesperado frente a las acusaciones en las que está vinculado el ex mandatario Alberto Fujimori, un espectáculo del cual muchos somos indiferentes; siendo el tema principal de acusación hasta el día de hoy, la violación a los derechos humanos. Si fue autor mediático de los asesinatos, si sabia o no de los grupos de aniquilamiento, eso aún esta por discutirse, en lo que lleva del proceso solo encontramos hasta el día miércoles 14 de mayo de este año en horas de la mañana a un general Robles quien fue el primero en denunciar al grupo colina y a Vladimiro Montesinos. Robles declara como testigo, que el SIN estaba basado en una infraestructura organizativa jerárquica y que solo podía tener una base fundamentada como organización del gobierno, a la vez que el director del SIN(Vladimiro Montesinos)ejercía un poder absoluto no solo sobre este, sino sobre todas las instituciones castrenses, como declara el general “se dejó de lado la lealtad a la institución y se pasó a la lealtad a un solo individuo”; sin embargo estas revelaciones quedan en las arenas políticas del Congreso y del Poder Judicial, no asumiendo la trascendencia popular que se esperaba, aunado a una falta de voluntad política por transmitir este evento por canales locas accesibles a la gran masa popular. Entonces ¿Cómo explicar que el actual juicio es intrascendente visto desde la perspectiva popular?, ¿Cómo incentivar en la población la preocupación histórica de lo que esta sucediendo?, ¿Será una consecución del régimen farandulero instalado por Fujimori? Son preguntas que nos hacemos todos los días cuando al platicar con alguien sentimos el desapego y la indiferencia hacia el tema, cuando al prender la televisión solo se encuentra distractores y una fantasía televisiva de una realidad casi inexistente.
Es preciso iniciar con una breve reflexión, que la nueva sociedad es hija de un Fujimori globalizador, de un personaje que pensó regresar y encontrar a las masas efervescentes a su favor, del cual se analiza que su grito y espectáculo desesperado es tan solo la significación de una soledad pública, de un mundo de representaciones superficiales que él mismo generó y que el gobierno actual mantiene. Al comenzar su gobierno, se abrieron los mercados, la inversión extranjera llegó al Perú y con ella la desarticulación de muchos sindicatos, partidos políticos que habían perdido fuerza ya desde mediados de la década del ochenta, a esto se le suma el magma globalizador y la revolución informacional; tanto en el rescate a los rehenes en la embajada de Japón, en el cual se fue testigo de la amplia tecnología usada, como micrófonos, infrarrojos, y cámaras ocultas; hasta mucho antes en el asalto a la Cantuta, en el que se rescata un primer testimonio de uno de los agentes del grupo Colina manifestando que “uno de los del grupo estaba filmando y tenía un celular”. Esto nos demuestra este espíritu informacional que empapó a todas las fuerzas armadas y a la sociedad civil. Así comenzamos este esbozo de la maquinaria informacional fujimontesinista.



Desborde informacional
Con esta nueva época de la globalización e información, Fujimori tuvo los medios necesarios para poder mantener toda una maquinaria y así poder manejar a las masas. ¿Pero como se desenvolvió este mecanismo?, en primera instancia se dio la venta de la compañía de teléfonos a la empresa española Telefónica, la cual popularizó el teléfono; que antes era solo privilegio de algunos. Este hecho aumentó las redes comunicacionales que luego tendrá una extensión en el uso del Internet, otro factor decisivo fue la introducción del mercado chino y con este la importación de tecnologías baratas como el televisor, masificando el uso del mismo, el cual en este articulo tomará relevancia como factor principal de manipulación de masas. Así mismo la tendencia informacional invadió espacios de las Fuerzas armadas como en el caso del SIN, en el cual el testimonio del general Rodolfo Robles Espinoza, detalla que el SIN tenía como eje principal a un solo individuo y que este a su vez manejaba un poder de información con un fin ligado a un plan político. Como refleja, la tendencia informacional invadió todos los espacios considerándose de suma importancia las comunicaciones y la información manejable.
Para explicar detalladamente este aspecto recurriremos a lo que llamaremos la maquinaria informaciónal fujimontesinista.



Pan y Talkshow, a manera de imperio romano se toma la concepción de pan y circo y la trasladamos a la arena peruana, en el caso peruano Pan y Talkshow, nos referimos en primera instancia que pan se refiere al clientelismo brindado durante la época de gobierno de Fujimori, la compra de votos a cambio de artefactos eléctricos, como televisores,( que no sale a luz muy seguido, se recoge el testimonio de un migrante ancashino que vivió en carne propia la compra de su voto por un electrodoméstico), y otras formas de clientelismo como regalos de navidad que amansaban a un pueblo que perdía la capacidad de participación política debido a que solo se acostumbraba a la población a recibir mas no a dar. A este clientelismo se le suma el circo que esta representado por programas faranduleros con fines informacionales de mantener al pueblo distraído, en otras palabras las ya conocidas cortinas de humo que ocultaban los trasfondos maquiavélicos del dictador y su Fouche, programas como el de Laura Bozzo, que representaban al barrio mediático, violento; diarios chicha que nos decían las tendencias y vidas de un personaje artístico; estilos musicales que transformaban la base cultural aunado a un consumismo desenfrenado provocado por las franquicias alimenticias y modas representativas de un mercado abierto a empresas extranjeras con un eje basado en la distinción de la forma de consumo, que en cierto modo representa una tendencia que se inmiscuía en el imaginario social, el cual se encontraba vacío debido a traumas colectivos vividos durante épocas pasadas e ideologías desfasadas, escándalos que mantenían y mantienen las mentes ocupadas y desarticuladas de la labor política, en otras palabras se podría hablar de una militancia ya no política participativa(aunque se duda si en algún momento la hubo), sino a una militancia farandulera, para hacerlo simple el pueblo peruano tenía ciertas heridas las cuales quería sanar y olvidar; no obstante en esa época la cura la brindó el estado con su plan de distracción y clientelaje.
Un ambiente virtual
A esto se anudaba el fenómeno Internet y celular, la red informacional se ampliaba aún más, se venía con fuerza una gama de tendencias y nuevas enfermedades ludopáticas. El Internet, con el ordenador como memoria principal y según Mc Lujan como la extensión del sistema nervioso central, se convirtió en la nueva distracción de la nueva generación, y no me refiero a una distracción saludable como el recojo de información y medio de flexibilidad laboral, sino a una distracción de ludopatía, de juegos y chat, lo que inmiscuye a la nueva generación a ser hijos del ordenador. Pero el trasfondo de todo esto es que las mentes de los ciudadanos peruanos fueron moldeadas, en primera instancia (aún perdurable en este periodo), por un circo de farandulerismo novelesco que toma relevancia en la vida cotidiana de cada individuo y luego en una enfermedad psicosocial de ludopatía que se extiende hasta el día de hoy (el Internet tan solo tiene no más de 11 años aquí) y que es el producto de las cortinas de humo, en otras palabras estas generaciones son hijos de las superficialidades televisivas faranduleras, que inmiscuyen a los individuos en preocupaciones banales y consumistas, y e aquí el origen de esta indiferencia popular desde hace un tiempo, hacia la política, hacia la sociedad y a casos de trascendencia histórica como el enjuiciamiento de Fujimori; sumando a esta la trivialidad informacional de los medios televisivos. Cabe recalcar también la escasa voluntad política del gobierno por no hacer llegar como va transcurriendo el proceso a el ex mandatario, recordemos que el juicio solo se transmite por un canal del cable lo cual dificulta el acceso masificado a esta información, realmente se debería transmitir por canal nacional, más aún otros canales informativos solo transmite una síntesis de los avances en este proceso. Ergo para dar un ejemplo más, la cumbre ALC-UE tampoco se transmite por ningún medio local excepto en el cable, intereses políticos son los que demuestran estos ejemplos, recordando que el nuevo gobierno sube en el caballo informacional de Fujimori, manteniendo la funcionalidad de este plan distractor para evitar que se abran viejas heridas como la matanza del frontón.
Un juicio histórico intrascendente
Medios de comunicación que presentan el juicio de Fujimori como una jornada jurídica vertiginosa y de forma estática. Vertiginosa por la rapidez con la cual se muestra la noticia y estática por la dimensión plana en la que se maneja este juicio, sin llevar a cabo un foro en el cual se pueda manejar un espacio de debate y de reflexión para enriquecerla. Ergo estos dos factores vertiginosidad y estaticidad aunado con una escasa voluntad política y ciudadanos que militan en la farandulería, preocupados por sus representaciones superficiales frente a la sociedad, dan como resultado a mediano plazo la intrascendencia del juicio de Fujimori. La reflexión a la que se llega como conclusión es la de estimular la toma de conciencia de lo que significa este proceso histórico, tanto nacional, como internacionalmente, demandando un tratamiento más creativo para la valorización de este en toda su dimensión, tomando en cuenta la nuevas formas y amplias relaciones comunicacionales en la que se presenta la sociedad peruana, utilizando estratégicamente estos nuevos mecanismos informáticos para llegar a las nuevas generaciones que son las que darán la importancia trascendental de este proceso. Recordando siempre que un pueblo que no tiene conciencia histórica reflexiva no puede construir un buen futuro.
autor: Erick Aldy

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